Los primeros compases fueron armónicos; la despedidad en en el aeropuerto, la llegada a Mardrid, el encuentro en la T4 con los que serían mis compañeros de aventura.
Después de unas horas cogimos un vuelo a Casablanca y otro para Ouarzazate. LLegamos al hotel de madrugada, no nos faltó tiempo para tomarnos unas cervezas morunas en el bar que abrieron para nosotros; cerveza casablanca...no estaba mal. Nos dimos la última ducha como si fuera la última de la vida. A la mañana siguiente nos reunimos toda la peña en un hotel, los 801 partcipantes. Se formó una enorme comitiva que atravesaría 350 kms hacia el sur. Fueron 8 horas en las que el paisaje nos golpeó en la frente. Nos dieron botellas de agua en cantidad y empezamos a hidratarnos; mala decisión cuando tienes que ir mucho tiempo en bus, acabé meando en una botella como el resto de meones, sólo entonces pude volver a apreciar el paisaje que se abría ante mí. En la primera parada para comer, justo después que hubieramos meado todos en las botellas, me senté en la piedra más grande que encontré, miro para abbajo y veo un boquete, no recuero haber botado tan rápido en los ultimos tiempos. Morbosamente muevo la piedra y allí estaba, regordete y cabreado, un pedazo de esorpión que se dejó fotografiar sin demasiados problemas...el desierto te va enseñando lo que necesitas, primera lección: atención a los boquetes siempre tienen dueño.
Llegada al vivac...
Dejamos una carretera secundaria y nos introdujimos con los buses y todo terrenos por medio de una pista, al fonndo se veía el vivac, empezamos a gritar, simplemente impresionante, la primera vez que lo ves crees que es una base lunar, era el atardecer, los rayos de sol caían y bañaban acariciando la gran cúpula blanca y naranja rodeada de tiendas blancas y negras, blancas para la organización y haimas negras para la peña.
Nos asignaron unas haimas para los españoles y los andaluces 4 sevillanos, tres gaditanos y nuestro adoptado: un catalán llamado Dani, elegimos las nº 6, ese número y esa haima nunca las podré olvidar nunca más.
Nada más llegar empezamos a preparar la "fiesta de la manzanilla", la gente estaba demasiado seria y tocaba empezar a reirse. Pusimos la tela de los sponsor de los de Sevilla de mantel y, sobre ella, y kilo de jamón, un queso, chorizo y mojama...y una enorme bolsa de picos. Durante el traslado hubo que lamentar la muerte de una de las seis botellas de manzanilla la guita (la mejor del mundo), quedaban 5 que no estaba mal para estar tan lejos de casa. De cualquier manera las camisetas de Manolo nos recordarían, de forma olorosa, su muerte.
Manolo ELHIELO y yo fuimos avisando e invitando a los españoles para tomar una copita.
Cuando estuvimos todos pasandolo bien FIDEL (67 años 8 ediciones de Sables) me dijo en un aparte. "habeis empezado bien, si no te ríes, si no te tomas con buen humor lo que venga...no acabarás" este pozo de sabiduría, este tipo pequeño, vendedor de flores de Bañolas, me ayudó mucho en mi periplo.
Dia 29 controles técnicos y administrativos.
Amaneció con un poco de viento, salgo de la haima y me las encuentro enfrente, las dunas más altas de Marruecos, ERG CHEBBI, la luz jugueteaba con las arenas que se encontraban a dos kms escasos, para ese entonces ya sabiamos que la primera etapa, que siempre suele ser suave, sería muy dura, 30 kms de los cuales 21 serían de dunas. Mirándolas, admirándolas me sentí pequeño y afortunado, asustado y contento. Las dunas de Bolonia, que me parecían enormes este verano cuando entrenaba en Tarifa, eran de juguete al lado de estas; la cuarta parte. Un océano de luz naranja.
La "maquinaria francesa" era perfecta, cada media hora pasabamos un grupo a dejar las pertenencias, pesaje de la mochila, declaración de honorabilidad y control médico, me costó hacerme entender (he decidido que voy a perfecionaar mi rumentario francés); cuando dejé todas mis pertenencias y me quedé con mi mochila "de combate" una extraña sensación me embargó, algo así como una aceptación de lo inevitable.
Había empezado la supervivencia. Nos preparamos para pasar la segunda noche en el vivac, al día siguiente sonaría ACDC, autopista al infierno, parte de su letra no se me iba de la cabeza..."no me detengas, no hay razones...". Todos estábamos de acuerdo en algo, ya queríamos estar corriendo. Nadie reconocía estar nervioso pero las caras eran un poema, la mayoría sabíamos más o menos a que nos enfrentábamos, o al menos creíamos que lo sabíamos; luego me daría cuenta de que nada de lo que había pensado tenía que ver con la realidad, excepto en una cosa; aquello era una experiencia única y excepcional para ser vivida en los desiertos que se abrían ante nosotros y, como nos habían dicho todos los que habían pasado por estos lugares....ya nada sería igual.
Sed felices o, al menos, intentadlo.
8 comentarios:
Siento alboroto, mucha energía y fuerza despredeis todos. Que gran aventura!
Los paisajes cautivan y enamoran.
Veo que lo que leí sobre el vino y el
embutido era cierto, hasta se puede oler. Buen inicio y buena camaradería,
eso se traspira en todas las fotos.
Creo que esta aventura no ha llegado a
su fin! ;.)))
Un fuerte abrazo.
GREAT!!!
me alegro de verte por aqui
abrazos
Espectacular! Los paisajes, el campamento, la comida, los compañeros...
Salía Josef en una de las fotos, vaya carrerón hizo el chico!
Fantástica vuestra jaima con los farolillos, genial!
Un abrazo!
Geniales las fotos y la canción también!
Feliz semana
Espero que poco a poco vayas recuperando, ya se ve que la experiencia fue maravillosa.
Muy guapas las fotos.
Saludos.
No comments, Im-presio-nante colega.
Ahhh, qué bien, ya empiezas a irradiarnos la energía que acumulaste!!
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