miércoles, 25 de marzo de 2009

Refrescar...

Refrescar nuestra conciencia de modo constante y contínuo para que tengamos conciencia cotidiana de la belleza y del prodigio de la vida; vivir con asombro lo que nos llega cada día...todo ello sin una actitud beligerante. Conseguir entrenarnos en la percepción unitiva, la experiencia de ser capaces de apreciar lo eterno y lo efímero, lo sagrado y lo profano en el mismo objeto.


Da igual cuantas veces repitamos una misma acción o vayamos al mismo lugar, si nuestra mirada es limpia y fresca, sin el lastre de lo antiguo, entonces, será nueva, única...perfecta.


Me voy este sabado a Ronda.


El Homenaje a la Legión es como una preparación para los 101 kilómetros en 24 horas de Mayo, esta carrera es de 43 kilómetros, después de Canarias voy a Ronda dispuesto a pasarlo bien. Mi mente estará con mis conocidos que estarán de camino al desierto; ya sólo falta un año para que vuelva a las arenas INS ALLA.
Procuraré aplicarme al cuento y refrescar la mente todo lo que pueda para que la experiencia se convierta en un tesoro más.
Hasta la vuelta y refrescad...seguro que no os arrepentís.
Sed felices o, al menos, intentadlo...

sábado, 21 de marzo de 2009

El sendero del acantilado



Estoy que no quepo en el pellejo, ha sido un dia espectacular...

Hoy he entrenado en el Parque Natural de La Breña que esta situado entre Los Caños de Meca y Barbate. Esta es la cronica.

Despues de aparcar el coche me preparo, es la una y media de la tarde y hace humedad y sol, llevo dos litros y medio de liquido, comida y el kit de emergencias, el caso es que creo que me he pasado de peso otra vez.

Salgo trotando entre pinos, el suelo es de arena suelta que tiene una textura parecida a la del desierto, muy, muy fina; empiezo a ser asaltado por infinidad de olores, es toda una sinfonia olfativa. LLevo mi atencion a los sonidos y me llegan infinidad de cantos de pajaros, voy en completa soledad que se ve interrumpida por algun senderista que me mira como si fuera un extraterrestre, eso de lleva mochila por delante y por detras creo que les impresiona.

De repente, entre las copas de los pinos aparece la torre de la Tembladera, antigua torre de vigia para dar la voz de alarma en caso de ver piratas, una sola ventana y muy pequeña, me imagino el cague de los vigilantes cuando dieran la voz de alarma, cerraran el porton y empezaran a ver llegar a los "visitantes". El acantilado es impresionante, en el viven infinidad de pajaros que lo convierten en una enorme pajarera a salvo de los intrusos.

Me dirijo en direccion a Barbate, empiezo a bajar a buen ritmo, el calor aprieta y el suelo es para estar atento. Los paisajes me dejan sin aliento, estoy feliz de estar alli.

Por fin despues de 4.5 kms llego a la playa de la Hierbabuena, de la pared sale un caño de agua fria, la aprovecho para refrescarme, empiezo a desandar el camino, subo los tres kilometros de cuesta sin dejar de trotar, lento pero sin parar a andar; como algo y noto como me pega el subidon.

Llego a la torre de nuevo y ahora voy en direccion a Los caños de meca, el recorrido es mas suave en cuanto a desnivel pero mucha mas arena; es un entreno perfecto.

Sigo disfrutando y puedo llegar a ver el vuelo de un cernicalo que planea delante de mi. Llego a un cartel que dice: "nos observan" refiriendose a los habitantes del bosque, al final me despisto y me voy por un sendero que no es, atajo campo a traves y me dejo llevar por la intuicion, llego al aparcamiento por fin han sido dos horas y media fantasticas...que maravilla de dia.

Mi estomago me pide comida a voces, precavido que es uno, me voy a un area recreativa, busco un buen banco al sol y me como tres bocadillos y un litro de agua.

Ha sido un gran dia.

Sed felices o, al menos, intentadlo...

martes, 17 de marzo de 2009

Fuerza 10 ...


Hoy disfrutamos de un verdadero vendaval, rachas de hasta 100 kilómetros por hora. Estoy acostumbrado al viento fuerte pero esto...
Salgo a entrenar a las 10.30 imposible llevar gorra, si me la pongo es posible que le pierda la pista en el horizonte. Hecho a trotar y evito el bosque de enormes eucailptus, rugen de una forma en la que parecen estar diciéndote: no te acerques...Me interno en una zona en la que hay pocos árboles, el viento es tan fuerte que me cuesta trabajo respirar, tal es la fuerza por la que entra en mis pulmones. Me subo el buff (cada vez me gusta más esta prenda que sirve para todo).
La hierba, verde y brillante, se mueve como si fueran olas, un mar de hierba que se mueve de una forma rítmica. Me echo hacia delante, el viento me zarandea de un lado a otro del sendero.
Las piernas, que son el único espacio libre de mi cuerpo, son azotadas por la arena que se convierte en pequeños proyectiles. Acabo el entreno y le doy gracias al espíritu del viento que me ha ayudado en él.
Esta noche ha sido increíble como soplaba, por mañana he hecho una ronda para ver los daños en el jardín; sólo se han visto afectados los móviles de conchas y los banderines LU-THAN (caballos de viento) que penden de ellos. No importa que se hayan deteriorado; son la muestra permanente de la impermanencia, de que todo pasa, de que todo acaba para renovarse de nuevo. Por eso móviles y banderines de oración siempre están en permanente cambio cuando el viento tiene a bien deshacerlos me toca volver a reinventarlos. Siempre iguales, siempre distintos.
Para todos aquellos que van a Sables; disfrutad de estos días...ya os falta poco, muy poco para que la fiesta entre en una y verdadera dimensión.
Sed felices o, al menos, intentadlo...

miércoles, 11 de marzo de 2009

Observador y observado...

Hubo un tiempo en el que fui un psicólogo fervientemente conductista, sonreía displicentemente ante todo lo que no fuera un condicionamiento, el ser humano podía ser reducido a unas pocas leyes que podían replicarse con ratas de laboratorio. Aquello que no podía ser manipulado en una caja de Skinner no era digno de ser catalogado como "científico". La psicología debía ser más científica que ninguna otra disciplina para no ser "dudosa". Legiones de jóvenes psicólogos nos alistamos a la causa. Era una forma de protegernos de la realidad, de lo desconocido y complejo.
A través de los años, a fuerza de aprender en libros y, sobre todo, de aquellos que confiaron en mí, de los que se pusieron delante para darme la oportunidad de conocer sus vidas y sus problemas, fui pasando a otrso niveles.
Asesorar, orientar no tiene nada que ver con adiestrar, modelar o enseñar en el sentido clásico de la palabra: "decir a la gente lo que debe hacer". No es hacer propaganda de un modelo u otro, no es querer que alguien se parezca a ti. Es otra cosa que se aleja de los modelos reduccionistas.
En el sentido taoísta descubrir y después ayudar, cuando me pongo delante de alguien tengo una actitud receptiva, no intrusiva; intento ayudar a que el paciente se manifieste, se enfrente a sus propias defensas que le hacen sufrir, en una palabra que se rescate y conozcca a sí mismo.
Observar, descubrir y luego entrar en la fortaleza de forma respetuosa, llegar a los valores de esa persona y pivotar sobre ellos, bruñir y limpiar lo que se ha ensuciado de una forma delicada.
Siendo respetuoso con la naturaleza interna de cada uno de los que se sientan enfrente, haciéndole ver que la mejor manera de poder ser feliz es siendo quien quiere ser. Siendo y haciendo consciente que las personas que sufren son aquellas que han dejado de ser ellas mismas.
Considero que soy un ser afortunado, me está permito intentar ayudar a personas que sufren, intentar que el veneno se convierta en otra cosa. Ayer ocurrió de nuevo con todo el esplendor. Ante una joven madre que ha perd¡do a su bebé antes de que naciera, en su profundo dolor, escuchar, ventilar la casa, hacer que entre el aire y deje salir el enrarecido ambiente de la falsa culpabilidad, de la rebelión ante lo que es. Ayudar a transmutar lo doloroso en algo distinto, asmunir y digerir el dolor sin que se convierta en sufrimiento. Poner en su sitio la muerte y afrontarla para trascenderla. Ayer sentí, una vez más, que había hecho bien mi trabajo. Como el albañil que pone un ladrillo encima de otro. Ayer sentí que todo estaba mejor después de la agotadora y dolorosa sesión. La razón, el sentido de dar y recibir son un camino de ida y vuelta.
El día que deje este trabajo no sé si lo echaré de menos lo que sí tengo claro es que habrá estado bien dedicar una parte de mi vida a este noble trabajo de la alfarería de las emociones.
Sed felices o, al menos, intentadlo...

viernes, 6 de marzo de 2009

Cosecha...


foto: Demófilo Vitorique Milano


Vivimos en un universo interconectado, todo está relacionado con lo que le rodea y con lo distante. Una de las tendencias de la sociedad llamada "civilizada" es la que se dirige al aislamiento, a la entropía o lo que es lo mismo a la pérdida del orden.

Ante la gran cantidad de problemas que aqueja a la humanidad es fácil llegar a la indiferencia, desánimo y escepticismo.

Creo firmemente en que cada uno de nosotros es una gota en este río, que cada uno de nosotros tiene algo que decir y que aportar a la comunidad a la que pertenece, cada uno con sus talentos y potenciales puede y debe ayudar a que el mundo sea más habitable. Todos tenemos el derecho y la obligación de contribuir. Una gota se une a otra, como gotas luminosas, fluorescentes en las oscuridades de la vida que iluminan el camino de otras gotas perdidas, sin rumbo.

La gran pregunta que cada gota debe hacerse es ¿qué puedo aportar, que puedo hacer?. A lo mejor es tan simple como sonreir, ser amable, no hostil...que cada uno se aplique.
Una de las cosas que he aprendido con el tiempo es a observar sin enjuiciar sólo de esta manera se puede aprender de aquellos que te rodean, de tod@s; cada persona tiene una enseñanza que brindarme. En estos días de asueto y deporte he aprendido mucho de mis hermanos, de lo compañeros que he conocido, cada uno me ha regalado, sin saberlo, lecciones de vida. Unos desde el silencio y otros desde la comunicación verbal.
Por si fuera poco, al narrar mi peripecia en esta dura carrera inacabada, he sentido el calor, el aprecio, la sintonía y conexión con tod@s aquellas personas que han dejado su regalo en forma de comentario. Quiero agradeceros de corazón vuestros comentarios a todos y cada uno de voostros. Puedo sentir el afecto y el cariño con el que están escritos; esto vale para los que me conocen en persona y para los que aún no conozco personalmente (y que quizás no conozca nunca).




Me gusta pensar que somos parte de una gran cadena, una gran hermandad de personas de buen corazón que nos unimos en este noble propósito del buen vivir, vivir plena y saludablemente; cadena humana en la que cada eslabón toma la decisión, la elección vital de esparcir lo mejor de sí mismo en esta sociedad en la que nos toca vivir e intentar ser consciente de lo oscuro que habita en cada cual para contenerlo y no verterlo al exterior. Con compromiso, coraje y valor para superar nuestros miedos y nuestras debilidades. Podemos hacerlo si es que lo queremos y deseamos.

Adelante Hermanos!!!

Sed felices o al menos intentadlo.

Gracias por unir vuestras luces...



miércoles, 4 de marzo de 2009

Obra incompleta...




"el hombre prudente es como un alfiler: la cabeza le impide hundirse hasta el fondo"

Levenson


Como dice mi buen hermano Javi Subías y la tradición de la filosofía peremne, cada acto, cada hecho se sustenta en los anteriores, es consecuencia de cada uno de los pasos que hemos dado en el pasado. Esta carrera ha quedado incompleta, una obra inacabada. De vez en cuando la realidad nos hace recordar que no hay regla sin excepción. Llevo muchos años corriendo y esta es la tercera vez que me retiro de una prueba. No estoy contento pero sí satisfecho por haber tomado la decisión en el momento oportuno.

Toda obra quiere ser acabada, como un cuadro que está torcido y pide a gritos que se le enderece, como el río que viaja para completar su vida en el mar, de esta manera la Trans será una obra que habrá que concluir en la próxima prueba.

Esta es la crónica de una dura prueba...


"¿que sentido tiene correr cuando estamos en la carrera equivocada?"


Salimos a las 00.00 horas del viernes al sábado, los primeros kilómetros son de playa, delante de mí una larga serpiente de luciérnagas rojas parpadeantes, las luces traseras titilan en la oscura noche, me acompaña francisco un ceutí que conocimos en el aeropuerto de Sevilla. Vamos trotando cómodamente sabedores de que es sólo un calentamiento. Las estrellas brillan en el cielo y las olas luchan por mojarnos los pies. Salimos de la playa y nos introducimos en el cauce de un río, a la salida de este nos meten por un barranco que empieza a subir.

Me doy cuenta de que el pulsómetro no me funciona, lo reinicio y nada, buen momento para acabarse la pila...no me planteo encender el gps ya que quiero reservarlo pues sólo tiene 13 horas de autonomía, voy sin referencias de pulsaciones. Todo el mundo tiene una limitación por edad de pulsaciones, en mi caso tengo instrucciones de mi cardiólogo en cuanto a las zonas cardíacas de seguridad, no puedo pasar de 175 siendo 165 la zona alta segura. En las zonas altas, la tensión se eleva y se queda allí sin ningún síntoma lo cual se convierte en peligroso.

Empiezan las subidas fuertes, y soy consciente de que son las menos fuertes de las que tendré que pasar, el terreno es muy accidentado, tengo que tirar de un pequeño grupo, ya que voy en cabeza, para contactar con el grupo de delante. Piedra suelta y resbaladiza, la concentración es alta, eso o romperte la crisma.

Subidas y más subidas, con poco respiro. Llegamos a primer control en el km 35, amanece, hace un frío que pela, los paisajes son impresionantes...subida...y más subidas me he puesto el gps y tengo feed back de las pulsaciones, lo que veo no me gusta, en algunos repechos fuertes estoy en zona límite, la cosa empieza a no gustarme. Me encuentro bien físicamente, recupero muy bien en las pocas zonas de respiro o cuesta abajo. Pero las pulsaciones vuelven a subir en algunos repechos. Pienso en que a partir de las presas empieza las subidas duras de verdad, la duda empieza a asaltarme. No hemos visto a nadie de la organización en todo el recorrido, si te pasa algo en medio del momte y más si vas sólo, nadie te encontrará...otra subida 173...me cago en la leche...

Después de 12 kilómetros de subidas y bajadas y de tortura psicológica, de lucha entre seguir para ver si mejora el cardio...¿pero si falta lo peor?...

En el kilometro 45.5, punto en el que la prueba se internaba en la enorme subida hasta el 81, decido abandonar, aprovecho que pasamos por una carretera, aviso a la organización y me vienen a recoger. Estoy tranquilo, me viene a la cabeza la frase que siempre llevo en la cabeza y que mi hija pequeña, Marta, me dijo cuando fui a Sables y me repite desde entonces: "Papá si te cansas, para"...
Retirarte cuando estás entero y fuerte es duro, muy duro...prefiriría tener un tobillo torcido o algo así.

He aprendido la lección con las carreras de montaña: no son lo mío, las pruebas que me van, y en las que mi cardio está como un reloj, son las de media montaña, tipo Ronda, las de alta montaña se han acabado para mí, no es un calenton después del abandono, es una decisión.

De todas maneras me lo he pasado genial, no me ha afectado el retirarme, me motiva más para la próxima prueba que es este mes en Ronda, 43 kms por la sierra de Ronda, en mayo los 101 en 24 horas en la misma zona.

Lo mejor...

Como siempre lo mejor de todo esto es la gente, me he reído hasta dolerme las mandíbulas, he tenido la oportunidad de conocer a gente estupenda, he aprendido de ellos y lo mejor los veré de nuevo pronto. Además de ir con mis hermanos de Sables, Manolo, Paco y Gerardo, he tenido la suerte de conocer a Jose, Jose Luis, Tino y Francisco.

Gracias a tod@s por las energías y fuerza que me habéis transmitido, pronto me harán falta de nuevo y seguro que me volverán a llegar.

Sed felices o, al menos, intentadlo...