lunes, 30 de junio de 2008

Ella...

Me gusta ver como da de comer a los pájaros; ayer me preguntó si creía que la reconocían, no le constesté, no sé porque no lo hice, cada cosa tiene su momento y ese no lo era.
Cada día les da de comer; cuando lo hace sonríe. Es un momento especial, la bahía al fondo, el cielo azul y su sonrisa.
Creo que los pájaros la conocen, saben quien es, como lo sé yo, a ellos les llena el estómago, a mí el corazón.
Cada día que amanece se produce el milagro el sol y la luna en el cielo, la espuma y la arena en la playa, su mirada y su sonrisa en ella...en mí.
Hay desiertos lejanos, bosques inmensos, montañas que me susurran:sube, experiencias cumbre y cotidianas que vivir; de una cosa estoy seguro nada sería igual si no pudiera saciar mi sed de su sonrisa.
Sed felices o, al menos, intentadlo.

miércoles, 25 de junio de 2008

Sólo un instante...




El sutil alquimista transmuta en un instante en oro el pesado metal de los días.
Ibn al Farid (poeta sufí)
Sólo es un instante, sólo un pequeño trozo de tiempo. Si eres capaz de pasar la frontera que la mente y sus "quiero más" te pone por delante, puedes vivirlos. Son tan pequeños, tan efímeros y, a la vez, tan llenos de plenitud vital que te hacen viajar hasta el siguiente. Algunos piensan que para ser felices es necesario que ocurran grandes cosas, que podamos disfrutar de las vacaciones más caras y lujosas para ellos es importante trabajar en cosas aburridas y bien remuneradas.
Sufíes, taoístas, budistas zen y otros han dicho lo mismo: convertir lo ordinario en extraordinario, esa es la clave. Es lo que la moderna psicología llama conocimiento S.
El instante sin nombre, sin etiqueta sin mancha en lo cotidiando, en lo casual, en lo que nos quede por vivir. El asombro de lo que se percibe como nuevo siendo viejo, la inocencia en la mirada hacen de ese instante el único posible.
La pequeña higuera; un día planté una higuera, era preciosa, creció como sólo las higueras saben hacerlo. Un día curra, mi perra labrador, se le antojó comer lo que olía tan bien; la dejó destrozada, sólo unas raíces. Esa higuera era especial para mí; así que planté lo que quedaba de ella en una maceta y la cuidé bien. Poco a poco la he ido viendo crecer al resguardo de la boca de curra. Ayer, cuando la regaba, vi que está llena de frutos, de pequeños higos. Ese instante sin tiempo es el metal pesado convertido en oro.
Me gusta la palabra alquimista, nunca imaginé que me convertiría en uno de ellos.
Sed felices o, al menos, intentadlo.

sábado, 21 de junio de 2008

Arena en el viento...


Al atardecer cuando el sol empieza a caer he acudido a mi cita con la arena; no estoy entrenando mucho pero no quiero perder el contacto con las sensaciones, las de hoy han sido estas...
La gente se marcha de la playa y yo llego, algun@s me miran de una forma a la que ya estoy acostumbrado, me coloco la mochila, la ajusto y echo a correr. Sopla levante moderado, esto en esta tierra es vendaval en otras, el sudor no se nota, es como en el desierto, hay que beber bastante, la disciplina de beber no se pierde. Llego al Castillo de Urrutia y empiezo a coger dunas, el viento en la espalda, empiezo a sudar; al descrestar una de mis dunas preferidas puedo contemplar las piedras brillar, tengo delante un espacio lleno de reflejos, entorno los ojos y mi corazón se llena.
Paso entre las dos torres derruidas, énfrente el castillo de Sancti Petri, algún día algo de mí descansará en ese lugar.
Comienzo a subir y bajar, los lumbares me avisan que hay que fortalecerlos, si escuchas, oyes.
Me encuentro un pequeño conejo, está enfermo, ciego se asusta al sentirme, le queda poco tiempo de vida, me paro en seco, lo miro y una profunda tristeza me asalta; es el precio que hay que pagar por caminar por los senderos de la sensibilidad, su vulnerabilidad es la mía durante unos instantes, observador y observado una misma cosa. Lo veo marcharse entre las ramas secas y sigo adelante...ha sido un buen entreno, ha sido un buen día...
He pasado el día aprendiendo a pintar "estilo chino" me gusta mucho, he empezado por pintar animales, hoy he aprendido a pintar abejas, ranas, mariposas y mariquitas...me he divertido mucho...
Estoy tranquilo, todo fluye...
Sed felices o, al menos, intentadlo.

miércoles, 18 de junio de 2008

La dicha de asustar...

foto: Pepa de Rivera

EL ESPANTAPÁJAROS

-Debes de estar cansado de permanecer inmóvil en este solitario campo- dije en día a un
espantapájaros.
-La dicha de asustar es profunda y duradera; nunca me cansa- me dijo.
Tras un minuto de reflexión, le dije:
-Es verdad; pues yo también he conocido esa dicha. -Sólo quienes están rellenos de paja pueden conocerla -me dijo.
Entonces, me alejé del espantapájaros, sin saber si me había elogiado o minimizado.
Transcurrió un año, durante el cual el espantapájaros se convirtió en filósofo.
Y cuando volví a pasar junto a él, vi que dos cuervos habían anidado bajo su sombrero.

GIBRÁN KHALIL GIBRÁN
EL LOCO
(1918)

Observar es aprender; algunos se sienten bien amedrentando a sus víctimas, sintiéndose poderosos ante ellas, con la capacidad de decidir por ellas. Otros se reafirman escandalizando a los que intentan provocar. Algunos, simplemente, llevan la marca de la desdicha en la cara, incapaces de trascenderla exhiben su malestar en forma de hostilidad y agresión.
Si observas bien puedes ver universos emocionales en los que te rodean, sólo hay que mirar sin juzgar, sin involucrarse, si esto ocurre sobreviene la verdadera compasión, que es la forma más excelsa de amor, pues es amor puro, sin apego.
Ayer hizo bastante calor, empecé a trotar suavemente, en esta época del año tengo que recortar mi circuito, las señoras gaviotas están criando y son muy celosas de lo suyo. En cuanto te ven, primero te sobrevuelan "de aviso" se empiezan a excitar y van despegando unidades, de vez en cuaundo me gusta pasar cerca, la única precaución es que tienes que tener algo en la mano, tipo camiseta para ondearla cuando están bajando en picado, entonces, en él útimo instante abortan la pasada. es Impresionante verlas bajar en picado desde 30 metros. Lo malo es que no te des cuenta que baja en picado por detrás y no la oigas, entonces, existe el riesgo de ataque, de picotazo. Por eso hay que estar muy atento. Ellas también asustan, lo hacen con pasión para defender lo suyo pero sin acritud, sin violencia. No existe violencia en el mundo animal, la vemos nosotros, en cambio los humanos en la justificación/racionalización de la agresión y violencia somos capaces de llegar a límites increíbles...
Desde que llevo escribiendo en los distintos blogs, por esta época del año, siempre escribo unas letras con respecto a mis amigas las gaviotas, muy mala leche...pero sin maldad, en el fondo son todo corazón...
Sed felices o, al menos, intentadlo.

domingo, 15 de junio de 2008

Apegos...déjate ir...

Existe una forna de cazar monos en la selva, se pone una caja con una ranura pequeña, justo para que entre la mano abierta del mono y dentro se pone un plátano: cuando el mono está hambriento encuentra la caja, mete la mano y coge el plátano, pero no puede sacar la mano porque su puño está cerrado alrededor de la fruta no se lo permite, para escapar basta soltar el plátano y dejarlo ir, pero el mono se apega a él y queda atrapado en la caja...
Es bueno recordar la historia del mono cuando nos apegamos a los distintos estados de la mente; cuando son agradables intentamos retenerlos y...se esfuman; cuando son dolorosos intentamos librarnos cuanto antes de ellos y...perduran. Ser testigo del fluir de nuestro ser es soltar el plátano...todo estará equilibrado entonces.
Ayer hice una hora y cuarto de dunas, no sabía como iba a responder, me sentí muy bien, la mochila con tres kilos ni la noté. Voy a mantener dunas, por diversión, al menos una vez a la semana.
Sed felices o, al menos, intentadlo...
PD. soltad el plátano si lo habéis agarrado, sed idiotas, para variar ;)
PD2 ¿quien es el guapo que se come un mono como el de la foto?

lunes, 9 de junio de 2008

Luces en la oscuridad...



He vuelto a soñar con el desierto. En realidad ha sido más un recuerdo que un sueño.

La tarde fue cayendo lentamente, los colores se fueron tiñendo de dorado, caminábamos hacia el sol poniente, nuestras caras se alargaban por las sombras. La oscuridad se fué adueñando de todo. Encendimos nuestras luces químicas que colocamos en nuestra espaldas. cada uno de nosotros se convirtió, entonces, en guía y referencia del que nos seguía. Nuestros frontales alumbraban unos metros a nuestros pies. Era difícil seguir las marcas luminosas en la oscuridad...y de repente se encendió el láser, fué algo espectacular, en la noche sin luna, estrellada y negra cortada por la mitad con enorme navaja verde. No podía quitar los ojos de él; cuando me hizo falta me ayudó a no perderme.
Cuando recordamos algo traemos al presente pedazos del pasado, lo convertimos en presente por unos instantes, no podemos oler, tocar pero podemos sentir ramalazos de lo que sentimos.
Cuando llegué al foco de luz, un inmenso cañón montado sobre un camión todoterreno, me di cuenta de que a partir de ese momento lo echaría de menos. Un paso más allá del cañon láser se abría la oscuridad.

Como en el desierto veo, cada día, personas desorientadas, perdidas en vidas llenas de infortunio y angustia, no tienen un haz de luz que les guie, sus frontales se han quedado sin pilas, el miedo les atenaza, no se dan cuenta de que pueden seguir sin luces externas, sólo les hace falta dejarse guiar por su propia luz. Desgraciadamente han sido educadas en la importancia de los otros y la pequeñez propia, su autoestima es una sombra triste. Afortunadamente tengo capacidad para desconectar y poder dedicarme a mis asuntos sin que la basura de los demás me ensucie demasiado, aunque hace mucho tiempo que dejé de pensar que no me afectaba estar en contacto con ella.
A vece me siento como un frontal que ayuda a la gente a dar el siguiente paso, en ocasiones me apagan y lo acepto como parte del juego.

Aunque no tengo ninguna previsión de ninguna prueba a la vista, estoy entrenando con buenas sensaciones, mis piernas vuelven a ser lo que eran, ya no son dos bloques de hormigón.

Sed felices o, al menos, intentadlo.

jueves, 5 de junio de 2008

Semillas...

Sus miradas son semillas, cuando me miraban al pasar, yo los miraba y algo se iba gestando en el interior. Uno nunca sabe lo que le espera, lo que hará en el siguiente tramo del camino; al pasar a su lado, al mirar sus miradas, al mirarles a los ojos, algo cambió, algo se movió.
Ha sido el deporte el que me ha llevado a su tierra, a ver como viven. Pasé por una escuela de pueblo, era un garaje con cajones de madera que soportaban tablones que ejercían de asientos.
Cualquier cosa que se les proporcione tiene un valor enorme...
No me vale con haber regalado algunas cosas el último día. No me vale.
Le estoy dando vueltas a distintas maneras de conseguir dinero, tenemos los contactos en Marruecos para que lo que sea que podamos aportar les llegue sin intermediarios.
Mi amigo y hermano Manolo ELHIELO también fué herido por sus miradas, creo que "vamos a formar el taco" como decimos por aquí, sea lo que sea lo que se nos meta en la cabeza, vamos a por ello. De momento ya estamos en marcha, tenemos varias ideas.

Una de ellas, sólo es un germen, una semilla, pero esta tarde voy a dar el primer paso.
Se trata de organizar una prueba de ultra maratón, darle a la gente lo que quiere: mucha caña y hacerlo de una forma solidaria: toda la recaudación estaría destinada a los niños.
24 horas solidarias, sí, 24 horas corriendo en un recorrido circular en un parque natural, en régimen de autosuficiencia alimentaria. El espíritu Sables en Andalucía. Una prueba en la que el lema podría muy bien ser: un poco es mucho.

Haciendo el cuento de la lechera...
150 participantes (más sería una osadía ya que se trata de una prueba que no admite malas planificaciones y en la que la seguridad debe ser la prioridad) a 30 euros = 4.500 € sólo pensar lo que se puede hacer en Marruecos con esa cantidad me hace seguir adelante con la idea.

Esta tarde me voy a recorrer el circuito...y a soñar.
Me dicen que mi mente no para...en realidad no es cierto, para y mucho, lo que ocurre es que hay cosas por las que merece la pena luchar en la vida. No cambiaremos el mundo porque es muy grande, pero una pequeña parcela es suficiente. Poco es mucho, de cualquier manera la palabra poco y mucho son relativas como todo, sólo tengo que recordar como comían las barras energéticas...

Esto del blog, de alguna manera es una forma de hablar en voz alta, para uno mismo, así que no hay problema de que se chafe, no soy superticioso...además sois discretos ¿no?

Sed felices o, al menos, intentadlo.




lunes, 2 de junio de 2008

Leyes...

foto javier gámez gómez
En la naturaleza existen leyes que la hacen ser armoniosa y equilibrada. Los mayoría de seres vivos se pliegan a ellas, no tiene que pensar para ello. Los seres humanos inventamos leyes, algunas ni siquiera las enunciamos, o no tenemos conciencia de ellas. Sólo los psicólogos, tipos que, como todo el mundo sabe, buscamos tres pies al gato, nos atrevemos a enunciarlas de vez en cuando. Una de ellas es la del "esfuerzo inverso", es esa maravillosa ley por la cual cuando quieres intentar dormir te asalta el insomnio, y viceversa, o la que hace que si quieres flotar te hundes, o mejor aún en la que cuando alguien intenta no sufrir y, por tanto, evitar aquello que le dañó convierte la solución en el problema.
Cuando quieres buscar algo perdido en un estanque, necesariamente, tendrás que remover el fondo, pero llega un momento en el que lo mejor es dejar de luchar, si lo has encontrado ¡Enhorabuena! puedes parar, si no lo has hecho...para y deja que las aguas se tornen una vez más limpias y cristalinas. ¿Cómo saber cuando ha llegado el momento de dejar de luchar, de no seguir ejecutando la ley del esfuerzo inverso?...la intuición...dejarnos llevar por nuestro corazón...eso es todo.
Algun@s se preguntarán que es eso de la intuición. Es aquello que sientes, que sabes en un momento dado, es ese impulso de hacer algo o dejar de hacerlo que surje de tu interior, ese que cuando se sigue uno tiene la certeza de que todo está en orden, que las aguas internas están serenas, que las externas reflejan lo que tienen delante. Hay personas que, desgraciadamente, desoyen esas voces del corazón, siguen luchando, siguen rebelándose cuanto más intentan flotar más se hunden. A veces las actitudes maduran como una fruta, cuando están en su punto simplemente caen por su propio peso, pero eso nunca pasa si no es a través de ser consciente.
Quizás de lo que se trata es de estar cerrar los ojos, respirar, sentir como todo se serena dentro de ti, abrir los ojos y...sonreir.
Sed felices o, al menos, intentadlo.