lunes, 26 de noviembre de 2007

Huellas...

Se llamaba Jesús, para ser más exactos D. Jesús, tendría unos ventitantos años y era mi profesor, yo apenas 9. Cuando íbamos de excursión al campo nos hablaba de las criaturas que habitaban en el bosque, nos costaba seguirle por las, para nosotros escarpadas, laderas de las montañas. Quería ser como él, quería, algún día poder ir al campo sólo, subir y bajar montañas. Dormir bajo las estrellas. Decía que el mejor techo es el de una noche estrellada, no le entendí muy bien, ahora sí...el dejó su huella, la buena y verdadera huella. La otra a la que se refiere lao Tzu, Tze o Tzi o como diablos se llamara el tipo., es la huella del que vive en el pasado. Esta otra es vital y benéfica.
Nuestro proyecto no es sólo ir allí, hacer la salvajada y volver, no es eso, queremos ser huella, queremos sembrar una semilla que, quizás, tarde años en germinar.
Hoy estoy, estamos felices, hemos tenido una reunión con el jefe del área de deportes de la diputación; un tipo fantástico, volcado en su trabajo. Nuestra idea de dar charlas en colegios después de la prueba ha sido el germen de nuestra conversación; probablemente a la vuelta de Sables llevemos el espiritu Sables a la escuela. Más de mil quinientos niños podrán participar en pruebas de aventura que emulen a Sables. Los valores de solidaridad, compañerismo, respeto a la naturaleza, superación personal (no serán pruebas competitivas), coraje y fuerza como medio de creer en uno mism@ serán los que se vivirán de forma activa. Una cosa es hablar de Sables en una charla y otra es vivirlo haciendo travesía por etapas por el campo o las dunas en grupo y con su pequeño equipo (mochila con sus cosas dentro).
Poder dejar ese tipo de huellas es aquello es lo importante. Si no hubiera existido aquel tipo, D. Jesús, larguirucho y musculoso que trepaba por las pendientes haciendo que resopláramos, seguro que hoy no estaría a punto de enfrentarme con este reto.
La vida te da muchas cosas y las mejores son aquellas en las que te das, te entregas al otro.
Sed felices, buena semana y avanzad...

jueves, 22 de noviembre de 2007

La fuerza...


XXXIII
El que conoce a los demás es inteligente. El que se conoce a sí mismo es iluminado. El que vence a los demás es fuerte. El que se vence a sí mismo es la fuerza. El que se contenta es rico. El que se esfuerza sin cesar es voluntarioso. El que permanece en su puesto, vive largamente El que muere y no perece, es eterno.
Tao
Lao Tze
Se trata de eso, de vencerse a sí mismo, es eso; el medio para hacerlo...cada uno elige el suyo, la superación personal se puede actualizar de muchas maneras. En mi horizonte cada vez más cercano están las arenas, la extensiones que te ponen en el lugar que te corresponde, una minúscula e importante partícula en la inmensidad. Como si fuéramos luciérnagas en la noche atraídas por alguna luz lejana, así nos acercamos a donde nos lleva nuestro camino.


Cuando uno llega al 50 empieza la fiesta, es verdad que antes lo has pasado mal, pero a partir del 50 es cuando empiezas a subir y bajar. Al principio los valles y picos de la montaña rusa se espacian, luego...cada vez son más seguidos, uno puede pasar de la euforia más elevada al decaimiento mas extremo, el pozo más profundo, esto una y otra vez hasta que se vislumbra la meta, esa meta que se ha elgido para ese día.
Miro la foto de este colega, desconozco si seguiría adelante o no, sé que el prenda llevaba 109 kms de etapas anteriores y, de esta que era de 79, llevaba 57 antes de que se decidiera a echarse una cómoda siesta, para algunos esta foto simplemente es eso una foto de un colgao que ha reventado, para mí es otra cosa; una cosa es hablar de algo y otra experimentarlo. En esto consiste ser ultra, en ir en busca de la victoria interior que no es otra que, una y otra vez, conseguir vencerse. Al final queda el gusto de la victoria o el aprendizaje de la derrota...como en la vida diaria.
El día está nublado y ha llovido, esta tarde me tocan cuatro horas y un ratito, recorrido urbano, asfalto, no me gusta pero hay que hacerlo, de lo contrario los músculos se acostumbran a lo bueno (lo blando) y no puede ser...el viernes que viene haremos uniremos las dos bahías en dos días 95 kms de Cádiz a Algeciras...os contaré...
Ya sabéis...sed felices o, al menos, intentadlo, no le deis demasiada importancia a las cosas, pensad que son pocas las cosas que relamente merecen que nos preocupemos.
Abrazos





martes, 20 de noviembre de 2007

La sabiduría de los Idiotas III: Nueva piel...

La sabiduría de los Idiotas III: Nueva piel...



prueba

Nueva piel...


Bueno, ya estoy en una nueva casa, me gusta.
Hay algunas buenas cosas en la vida que se hacen porque sí, por el mero hecho de hacerlas, uno se pone a hacer algo y se da cuenta de que le gusta...y lo sigue haciendo hasta que se cansa o pasa su momento. Es el tercer blog, no está mal...
El tiempo pasa rápido, me doy cuenta de que el trabajo que estoy realizando va surtiendo efecto, de forma contínua voy acumulando fuerza, resistencia y fortaleza mental., esta última la ejercito en entrenos en los que me pongo una meta y la acompaño de un recorrido de esos que te parten en dos. Las cuestas fueron el domingo mi entreno mental. Una hora y media arriba y abajo en un cerro de 400 metros de subida y otros de bajada con 7 kilos en la espalda. Hace unos meses subía 6 veces y acababa muerto de cuerpo y de coco, esta última vez hice 14 subidas y sus bajadas...esto marcha.
La arena se acumula en mi sesera, pero no me obsesiona, simplemente me motiva para mi entreno. La arena lejos de ocuparlo todo deja paso a otras muchas cosas que me interesan, lo más importante es estar al lado de la persona que me ama, disfrutar de ella y con ella de todas las maravillosas cosas que nos ofrece la vida y, también, superar juntos las adversidades que se nos presenten...
Bueno amig@s ya sabéis...sed felices o al menos intentadlo...