Cuatro de cuatro...y un rato más

06.00 Es domingo, es el último día de los cuatro, llevo 80 kilómetros en las espaldas en estos tres días y me enfrento a los 30 últimos.

Me interno en las marismas en la más absoluta oscuridad, me toca una hora corriendo, dos andando y otra corriendo. El frontal que estoy probando es estupendo, 27 gramos de peso, totalmente direccionable, no molesta para nada y da un foco de luz de 9 metros, con autonomía de 45 horas...una joya.

Troto ligero, los patos se asustan y emprenden un corto vuelo de seguridad, pienso en lo pequeños que somos en la inmensidad de la naturaleza, con nuestra prepotencia; me siento como ese pequeño foco, una luciérnaga en la oscuridad, pequeños destellos en la inmensidad.

El amanecer me despierta la emoción, me lleva a las etapas nocturnas, en ellas todo es distinto, todo es sentido y sensibilidad. Disfruto enormemente del paisaje tan igual y distinto a la vez sin dejar de estar concentrado en mi espalda, en relajar aquellas partes de mi cuerpo que se van tensando.

Dejo que mi mente fluya como el vuelo de los flamencos al amanecer.

Me voy sintiendo mejor a cada instante, la seguridad de estar superando esta parte del entreno me hace verme en Sables, ya no es una quimera, me veo allí.

Después del entreno me ducho y me voy a los carnavales, es este otro tipo de entreno, estar de pié parado no es bueno para una piernas que ha estado bailando durante 110 kms en cuatro días. LLego a casa a las 20.00, todo suma...

Hoy lunes descanso TOTAL pedazo de siesta esta tarde que mañana hay que volver a ponerse las pilas.

Os dejo algunas fotillos de este amanecer...

Sed felices o, al menos, intentadlo...