Nunca había escuchado a Camarón, no sabía ni la cara que tenía; cuando estaba a 1000 kms de mi tierra lo oí cantar, estaba con otros otros dos andaluces, no nos pusimos a llorar por que teníamos 20 años y eso no se estilaba...sé lo que es estar lejos; por eso este post va dirigido mi hermano Fran, sí, el de la foto, el que está en Toronto por amor.
Dice la leyenda que cuando alguien se marcha un ángel se cuela en sus sueños, un ángel que se encarga de llevarlo por los sitios que añora; es verdad, los sitios ni tus hermanos vamos a dejar de estar para cuando vuelvas, pero es ahora cuando te hacemos falta y, como si de un empujón en una cuesta arriba en el km 76 se tratara, quiero que sientas la energía, el cariño y el apoyo de la gente que te conocemos y de los que te conocen a través de esta humilde ventana al mundo.
Para ayudar al ángel nocturno le he puesto unas cuantas imágenes de las que siempre ayudan en la distancia...Sevilla y el sitio que me cuentas en tu correo, ese sitio donde los cangrejos bocas se atreven a salir si te estás suficientemente quieto. No te preocupes, cada vez que pase por ese sitio pensaré en ti, te mandaré el telegrama mental desde el corazón.
Me dices que cuando entrenas y pisas la nieve te recuerda a las arenas, disfruta de cada cosa y entrena para esos 100 kilómetros que se corren en el norte y como bien dices demuestrales a los Torontonteses que el Sur existe y como decimos mételes la porrita hermano.
Esta carrera en la que estás metido es una dura carrera de ultra, una de las más duras, sabes lo que tienes que hacer, lleva el ritmo, disfruta lo que puedas sin querer correr más de lo que puedes y sobre todo dosifica tus fuerzas; la vida como cualquier carrera se reduce a unificar tu mente y tu cuerpo en lo que hagas y deja que que las cosas fluyan de forma natural, sin forzar nada.
He elegido esta foto tuya porque me dice muchas cosas, sabes en el momento que fue tomada, un momento en la que tu cara lo dice todo, aguanta hermano y échale cojones a la cosa, tienes lo más importante a tu lado...el amor que te ha hecho estar donde estás.
Recuerdo un maratón muy perro que corrí, en el km 39 éramos zombis, al menos los que corrían a mi lado, nadie hablaba, nadie aplaudía, la gente nos veía pasar sin decir esta boca es mía, era la imagen de la desolación, me daban ganas de madarlo todo a tomar por culo y sentarme o mejor dicho tirarme en el asfalto...de repente una voz se escuchó en le silencio, un tipo se habia subido encima de una farola y, continuamente, gritaba la misma frase: REORDAR POR QUÉ ESTAIS AQUÍ, POR QUÉ LO HACEIS... sí acabé el maratón y lo hice de otra manera...recuerda en los malos momentos qué haces allí y recuerdanos a los que te quueremos, a tus hermanos del desierto que te añoran.
Cuando vuelvas nos vamos a hinchar de tortilla de papas y pescaíto frito...
Estoy seguro que este post te llegará como también lo harán los comentarios de los que te conocen y de los que no.
Un enorme abrazo hermano y ya sabes pronto nos veremos INSCH ALLÂ
Sed felices o, al menos, intentadlo...